A pesar de las acciones en favor de una salud ocupacional eficiente en el mundo, es claro que hay mucho por hacer para que los centros de trabajo logren garantizar la salud y seguridad física y emocional de todos los que laboran en estos.
México no es la excepción, si bien cuenta con sistemas, normas e infraestructura que promueven la salud ocupacional, los esfuerzos todavía están en ciernes. Sin duda, gobierno y empresas tendrán que reforzar esta parte en los siguientes años.