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Arroz blanco. Es una buena fuente de energía para el cuerpo y se recomienda en casos de problemas estomacales o para recuperarse tras una enfermedad o tratamiento.
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Plátanos. Son una fuente de carbohidratos y una opción saludable ya que proporcionan potasio.
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Huevos. Brindan proteína y minerales que ayudan a mantener el cuerpo sano. Los huevos revueltos se descomponen fácilmente y tanto la clara como la yema, con bien toleradas y de digestión rápida.
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Avena. Es un cereal con grasa vegetal que posee hidratos de carbono de fácil absorción con sodio, potasio, calcio y fósforo.
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Caldos y sopas. Las sopas y caldos con pollo, vegetales o carne de res, aportan potasio y sales que ayudan al cuerpo a recuperarse.
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Pollo a la plancha. Es una fuente de proteína y se digiere con facilidad. Lo más aconsejable es consumir el pollo sin piel horneado o a la parrilla sin freír.
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Papas. Sin cáscara, son una buena fuente de potasio y de fibra soluble. Aumenta las bacterias buenas en los intestinos.
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Gelatina. Es ligera, de fácil absorción y aporta azúcares que los profesionales recomiendan a las personas en recuperación o con problemas digestivos.