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Intoxicación por alimentos. Los cambios en la dieta, la ingesta excesiva o ingredientes nuevos, pueden desencadenar desde indigestión hasta intoxicaciones severas. Para evitar esto, es importante lavar las manos antes de cocinar, conservar en frío los alimentos que lo requieran, revisar fechas de vencimiento en productos. Si después de una comida tiene dolor abdominal, mareos, malestar, sudoración, cólicos, náuseas, diarrea, vómito y dolor de cabeza, son señales de una intoxicación. No se automedique, tome líquidos, no consuma alimentos sólidos y acuda al médico.
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Intoxicación por alcohol. Al consumir bebidas adulteradas puede desencadenar una intoxicación o la muerte. Si presenta alteraciones en la palabra, somnolencia, visión borrosa, mareos, falta de coordinación y sobre todo si no ha consumido una gran cantidad de éste, debe trasladarse al hospital de inmediato.
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Accidentes de tránsito. Evite conducir si ha consumido alcohol, una sola copa puede alterar la coordinación y el estado de alerta que se requiere para realizar esta acción.
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Desajustes hormonales. En éstas épocas las emociones pueden cambiar demasiado ya que se pueden retomar situaciones o revivir duelos, que algunas personas pueden incrementar la depresión, la agresividad o los resentimientos. Por ello, es importante tener presente las condiciones de personas con estas características para poder ayudarlos y acompañarlos.