Esta norma tiene la intención de
prevenir e identificar los riesgos psicosociales en el trabajo así como que las empresas presten mayor atención en
fomentar el bienestar emocional, gestionar los factores psicosociales, eliminar los estigmas hacia los trastornos mentales, promocionar del desarrollo humano y crear buenos ambientes de trabajo.
La primera etapa consiste -de manera resumida- en establecer por escrito y difundir una política interna que fomente la prevención de factores de riesgo psicosocial, violencia laboral, así como la aplicación de cuestionarios y entrevistas a todos los trabajadores para evaluar las medidas de identificación y análisis de dichos factores. Por último también contempla identificar a los trabajadores que estuvieron sujetos a acontecimientos traumáticos severos derivados de su actividad laboral.
Adicionalmente, la segunda etapa contempla en su mayoría para aquellas empresas que tengan más de 16 trabajadores
(aunque las especificaciones varían mientras más empleados tenga la organización):
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Implementar cuestionarios y entrevistas a todos los trabajadores, para la identificación y análisis de factores de riesgo psicosocial.
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Evaluaciones médicas y psicológicas a colaboradores expuestos a algún factor de riesgo psicosocial y/o violencia laboral, mediante una institución de seguridad privada o social, o un médico en planta.
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Evaluar también el entorno organizacional: qué tanto el colaborador se siente parte de la empresa, si ha recibido capacitaciones para realizar sus actividades, entre otros puntos.
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Documentar con evidencia los resultados de dicha evaluación y difundir esos resultados a toda la fuerza laboral.