Empresas y colaboradores tienen que hacer un frente común en la disminución de accidentes, para generar un entorno de trabajo saludable, sano y sin riesgos. Muchas labores requieren de equipos de seguridad o protección, aunque en ocasiones no se usan y ese es el reto. Estos equipos son artículos y elementos diseñados para proteger a las personas en una actividad o área específica de trabajo;
con el fin de evitar lesiones o enfermedades que puedan ser originadas por el contacto con radiaciones, sustancias químicas, con peligros físicos, eléctricos, mecánicos, ruido, polvo, entre otros. Desde guantes, lentes y botas hasta cascos, caretas, trajes especiales, tapones para oídos, fajas, batas, entre otros.
Uso de la mascarilla a raíz de la pandemia
El Covid-19 originó cambios importantes en los protocolos de seguridad y sanidad para evitar focos de contagio entre los colaboradores. Así que la mascarilla o cubrebocas se ha convertido en un elemento de seguridad y protección para todos, independientemente de su área o actividad.
Las organizaciones y los trabajadores deben entender que el cubrebocas ya es un equipo de seguridad, así que será parte de los elementos que se deberán usar y hacerlo como un buen hábito.
Mitos sobre los equipos de seguridad
Compañías y trabajadores han generado una serie de ideas falsas sobre los equipos de seguridad que afectan su uso, al restarle importancia. Por ejemplo:
●
Realmente no hay mucha diferencia: Se piensa que usar o no hacerlo es el mismo resultado, pero realmente hay una gran diferencia, ya que más del 90% de los accidentes no hubieran generado lesiones si se hubieran usado equipos de seguridad.