De acuerdo con el informe de la OCDE sobre salud 2019: OECD Health Statistics 2019, ubica a México por debajo del promedio en cuanto a inversión en materia de salud.
En el año 2019, antes del inicio de la pandemia, el gasto promedio en salud como porcentaje del PIB en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) era de alrededor del 8,8%. Esta cifra se ha mantenido en gran parte
estable desde 2009. La inversión internacional en promedio es de 3,992 dólares per cápita.
Con un 17,0%, se estima que Estados Unidos gastó la mayor parte del PIB en salud en 2019, mientras que Turquía asignó alrededor del 4,4% de su PIB en el mismo año. En tanto, México solamente está por encima de India, Indonesia, China, Colombia y Sudáfrica con 1,138 dólares, cifra casi diez veces menor que la de EU.
Los mexicanos no buscan atención médica
El gasto en salud general incluye la prevención, curación, rehabilitación, terapia y tratamientos, por ejemplo, tienen que ver con los insumos farmacéuticos tales como los medicamentos recetados, automedicación y los administrados en los centros de salud.
De acuerdo a las estadísticas de la OCDE, México es un país que no recurre a los servicios médicos, un fenómeno grave que al final propicia que muchas enfermedades crezcan a nivel crónico. . Por ejemplo, países como Corea en promedio una persona visita al médico 16.6 veces al año y el mexicano realiza solamente 2.8 citas con el médico por cada año.
Necesario combatir enfermedades crónicas
En México hay enfermedades que se están convirtiendo en un problema de salud pública, por ejemplo la obesidad que supera el 70% de la población total mayor a 15 años, porcentaje que sólo se ve rebasado por el 74.2% de la población chilena.
Otro aspecto a atender se refiere a problemas de adicciones, en específico, como el tabaquismo y el alcoholismo. México cuenta con 7.6% de habitantes mayores a quince años que fuman diariamente y en cuanto a alcohol el consumo per cápita por parte de los habitantes mayores a 15 años llega a los 4.4 litros anuales, aunque lo más grave es que la tendencia es un consumo excesivo en pocos días, específicamente, en los fines de semana
El consumo de alcohol incrementa las posibilidades de varios tipos de cáncer y condiciones hepáticas que pueden derivar en la muerte; “además de que mediante su irresponsable consumo se contribuye a accidentes mortales que involucran la violencia, homicidio y suicidio”, dice la OCDE.