La clase trabajadora del mundo tiene un fuerte problema en sus manos. Mientras exprimimos en nuestro día a día el trabajo, familia, actividad física, vida social y la larga duración del transporte solemos dejar como última prioridad el dormir, aspecto que puede provocar problemas laborales o incluso en el trayecto a casa.
El doctor Ralph Downey III, jefe de medicina del sueño en el Centro Médico de la Universidad de Loma Linda en California asegura que el sueño siempre ha sido considerado negociable. Nuestras actividades son prioridades antes que dormir, hasta que es muy tarde y nos damos cuenta que nos desviamos al manejar por el cansancio.
Jaime Marrero, 48, de Manati, Puerto Rico, puede identificarse con este caso demasiado bien. Él es un ejemplo de lo que la privación de sueño puede ocasionar. “Muchas veces he despertado con el sonido de mis llantas en marcadores viales” comenta Marrero, quien diariamente maneja 55 millas de su casa al trabajo. “Mientras laboro, me he dormido en seminarios, incluso un compañero tendría que patearme para mantenerme despierto.”
¿Crees que el cansancio afecta tu transportación u horas laborales? Los cuatro escenarios más comunes son manejar cansado o semidormido, perder paradas, dormirse en el trabajo y depender del café o del azúcar. La sociedad debe entender que es mejor dormir las horas adecuadas y no comprar una barrita. Por eso, te ofrecemos estos consejos para mejorar tu sueño y la productividad en el área laboral.
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Actividad física: Ejercitarse por la mañana aumenta el estado de alerta, aspecto que puede ayudar a los viajes diarios así como a consumar el sueño.
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“Rondas” y autos compartidos: Rotar el conductor con algún compañero de trabajo. En caso de trayectos largos, tomar turnos para tener la oportunidad de tomar una pequeña siesta.
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Cambiar horarios de trabajo para que se acomode mejor a la rutina
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Buscar los rayos del sol: la exposición a la luz brillante ayuda a mejorar el estado del cuerpo.
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Prepararse para manejar: Tomar café, una siesta de 20 minutos y manejar a casa para no correr riesgos en el camino.
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Evitar ver la tele en la noche
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Ver a un doctor en situaciones de estrés o desórdenes más profundos.