En la sombra del silencio y los mitos que rodean al
suicidio, emerge un problema de salud pública alarmante. El suicidio, a menudo evitado en las conversaciones cotidianas, es una preocupación que demanda atención urgente.
Las cifras revelan la magnitud de este desafío: superando incluso las estadísticas de algunas guerras,
el suicidio representa una de las principales causas de muerte en la franja de edad de 15 a 44 años. Se extiende más allá de las fronteras del género, ya que aunque las mujeres tienden a experimentar más depresión, los hombres son más propensos a cometer suicidio.
Papel de la empresa en la difusión de información y soporte para la prevención del suicidio
Las empresas tienen un papel fundamental en la lucha contra el estigma y la promoción de la prevención del suicidio.
Los lugares de trabajo pueden convertirse en espacios de apoyo y concientización.
Cada organización necesita hacer un análisis de las condiciones físicas y psicológicas del ambiente de trabajo, para ofrecer canales de ayuda y crear campañas informativas que puedan marcar la diferencia en la vida de los empleados que luchan en silencio.
Entendiendo las causas del suicidio
Para abordar el suicidio de manera efectiva, es esencial comprender sus causas. Cada acto de suicidio está anclado en una cadena de eventos dolorosos y desesperados. Sentimientos de desesperanza y la percepción de que el futuro será aún más sombrío que el presente pueden empujar a una persona hacia el abismo.
Identificar estos elementos es el primer paso hacia la prevención. Promover
hábitos saludables en el lugar de trabajo es esencial para prevenir y mitigar los riesgos psicosociales.
Es importante ender que el suicidio
es un evento multifactorial, así que hay que estar alertas a señales como el cambio de actitud, desmotivación, desconcentración o enfermedades recurrentes.
Campañas informativas en el ámbito laboral
La promoción de la prevención del suicidio en el entorno laboral requiere un enfoque integral. Las campañas deben centrarse en tres aspectos clave:
ubicar, acompañar y canalizar.
1. Ubicar: La identificación de síntomas y factores de riesgo es fundamental. Crear un entorno en el que los empleados se sientan cómodos para expresar sus luchas puede llevar a una detección temprana y a la intervención.
2. Acompañar: Mostrar empatía y compasión es esencial. Escuchar a los empleados sin juzgarlos y brindarles el tiempo necesario puede ser un bálsamo para su dolor. Sin embargo, es importante recordar que no somos expertos y que el apoyo de profesionales es esencial.
3. Canalizar: Guiar a los empleados hacia ayuda profesional es crucial. Las empresas pueden facilitar el acceso a recursos de salud mental y garantizar que los empleados reciban la atención necesaria.
Desmitificando el suicidio
El estigma y la desinformación alimentan la perpetuación del suicidio. Abordar esta problemática implica desafiar los mitos que rodean el tema:
1. Los que hablan sobre suicidio no lo llevarán a cabo.
2. Solo quieren llamara la atención.
3. Si de verdad se hubiera querido matara hubiera usado un método más agresivo.
4. Todo el que se suicida está deprimido.
5. Todo el que se suicida es un enfermo mental.
6. El suicidio se hereda.
7. El suicidio no puede ser prevenido porque es impulsivo.
8. Al hablar sobre el suicidio con una persona en riesgo puede conducir a que lo haga.
9. Una persona que se va a suicidar no emite señales de que lo hará.
10. El suicida desea morir.
11. El que intenta el suicidio es un cobarde o un valiente.
12. Si se reta a un suicida no se matará.
El Día Mundial de la Prevención del Suicidio nos recuerda la urgencia de abordar este problema de manera integral. Las empresas tienen el poder de marcar la diferencia, fomentando un entorno de apoyo y conciencia.
En
Occupational Health apoyamos a las organizaciones para impulsar programas de salud integral, en los que la prevención es esencial.
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