Por eso es imperante que las organizaciones
generen acciones para eliminar los desequilibrios entre mujeres y hombres, por ejemplo, mediante la
equidad en ingresos,
actividades y el
trato justo para todos.
Asimismo, las compañías tienen que abrir más opciones laborales para incluir a las mujeres para beneficio del propio negocio que ganará sumando el talento de ellas. De hecho, el
IMCO señala que el
PIB nacional incrementará en un
15% si se abrieran espacios para más de
8 millones de mujeres económicamente activas de manera gradual hasta el
2030.
Condiciones desfavorables para las mujeres en el trabajo
Las enfermedades, el estrés y condiciones de riesgo no se atenderán adecuadamente si no se toma una
perspectiva de género y se motiva la igualdad en los centros de trabajo. En México, las mujeres ganan menos que los hombres en una misma posición, incluso si se habla de altos mandos la remuneración para una mujer puede ser hasta del
50% menos que la de un hombre.
Con base en la
Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, la plantilla laboral femenina ocupa en su mayoría posiciones poco calificadas y con bajas remuneraciones. Asimismo, las mujeres destinan más tiempo a
actividades no remuneradas como el cuidado del hogar y los hijos.
Cómo propiciar centros de trabajo con igualdad
La perspectiva de género tomó forma en la
Conferencia Mundial de las Mujeres de Naciones Unidas en Beijing en 1995, con lo cual se puso el dedo en la llaga sobre la necesidad de entender la diversidad, los contextos específicos de mujeres y hombres y propiciar situaciones de equidad en un ambiente laboral.
El
Convenio de la OIT número 155 indica que la
participación es clave para poder desarrollar centros de trabajo seguros y saludables, por lo que hay que hacer que las mujeres tengan una mayor participación, ya que ellas suelen estar más limitadas en la toma de decisiones de una empresa.
Las empresas tienen que partir por analizar cuál es la situación al interior de su negocio y verificar que sus políticas no sean un obstáculo para la equidad de género, además tendrán que realizar
programas integrales de salud en los cuales contemplen la diversidad. Finalmente, necesitarán llevar a cabo acciones puntuales para fomentar la participación femenina y asegurarse de que la perspectiva de género ayuda a que el trabajo fluya en armonía en lugar de que esté propiciando obstáculos.
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