La neurodiversidad en el trabajo se refiere a la aceptación y valoración de las diferencias neurológicas de las personas, como el autismo, el TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), la dislexia, dispraxia, discalculia, Síndrome de Tourette y otras condiciones neurológicas.
En lugar de ver estas diferencias como limitaciones o discapacidades, la neurodiversidad promueve la idea de que cada individuo tiene un cerebro único y aporta habilidades y perspectivas únicas al entorno laboral.